Llegó la nostalgia: Recordando el 6 de Enero. (Y reflexiones navideñas) |Calcetines Soñadores|


Hace poco más de un año, me dejaron de tarea escribir un cuento acerca de lo que quisiera, y decidí hacerlo con esfuerzo, con pasión.
Y lo logré, logré que los muchachos escandalosos de mi salón guardaran absoluto silencio, mi profesor escuchó atentamente al igual que ellos, al final hubieron aplausos y el profesor me pidió que le regalara una copia del texto. La única copia.

Hoy estuve a punto de borrar el documento donde se alojaban estas letras que formaron un breve cuento, pero gracias a las fuerzas del macrocosmos lo abrí, y decidí mostrártelo.

Perfecto no es, pero le tengo cariño tal y como está.

 Aquí lo tienes, mi querido lector.

6 DE ENERO.
Hola, ¿Me recuerdas? Soy tú, a los 6 años, y quiero contarte algo.
Es 5 de Enero.

Acabas de despertar, estás muy emocionado porque sabes que va a ser un gran día.
Tu madre te prepara tu desayuno favorito: unos ricos huevos revueltos, o quizá unos hot cakes, tal vez tu cereal favorito, o tal vez ella fue a comprarte una torta de tamal, porque debes comer algo caliente, en estos días de invierno.

Estás a sólo un día.


Tus padres están muy alegres, y deciden llevarte a diferentes centros comerciales, para que busques aquellos tres juguetes que pedirás este año, tienes que escoger muy bien, ya que esos tres juguetes te acompañarán durante todo el año.
Tú no lo sabes, pero tus ojos brillan de felicidad, los estantes son enormes, y todos están atiborrados de juguetes.


Juguetes nuevos, relucientes, con cajas muy vistosas, peluches muy grandes, hay de perritos, osos, unicornios, y también de jirafitas. Todos los peluches son suaves, tienen ojos de botón, y huelen a nuevo. Tú tomas el que más te gusta y lo abrazas, con mucho cuidado de que no toque el piso y se ensucie, entonces te das cuenta de que quieres tener uno, para usarlo como almohada, o para que sea tu amigo.

¡Asombroso! ¿No es ese el juguete que viste en la televisión?
Tu padre lo baja del estante por ti y te lo da.
Sí, es ese, se ve mucho más bonito de cerca, la caja es muy bonita y reluciente,  y el juguete está impecable, imaginas que estás jugando con él, emprendiendo nuevas aventuras, o resolviendo grandes misterios. Definitivamente tienes que pedírselo a los Reyes.
El resto del día se pasó volando, recorriste demasiados centros comerciales y tiendas de juguetes, ya tomaste tu decisión.

Escribes tu carta, con los 3 regalos que más quieres, les mandas un gran saludo, pones tu nombre y colocas tu carta en el árbol.
El árbol se ve muy bien, está bien adornado, con luces de todos los colores, parpadean y se escucha una tonada navideña de fondo.
Tu madre te prepara un delicioso chocolate caliente, acompañado de una rebanada fresca de pay de queso con zarzamora, ¡delicioso!.
Ha llegado la hora de dormir.
Te despides de tus padres, y subes a tu cama, ansioso, esperando el gran día.
Sueñas con juguetes, galletitas y caramelos de todos los colores.

Despiertas.
Ya es 6 de enero.
Sientes la cálida brisa de invierno.
Tu madre tiene más chocolate para ti.
Te levantas y corres a abrir la puerta.
Tus ojos enfocan rápidamente al árbol.
El árbol se ve muy bien, está bien adornado, con luces de todos los colores, parpadean y se escucha una tonada navideña de fondo.
Y abajo están tus regalos.



¡Algo así!

Escribí este cuento para que recuerdes tus momentos de la infancia, cuando todo era fácil y de color de rosa, los reyes magos ponían regalos debajo del árbol lleno de luces, y al día siguiente encontrabas una sorpresa ¡Qué bonito!

Bueno, así fue en mi caso, algunas personas no la tuvieron o no la tienen tan fácil.

Otras personas se conformarían con un simple techo confortable, algunos otros con una casa, otros con una bufanda, o algo de comer.

Y es aquí donde entramos en escena tú y yo, querido lector.

Puedes ofrecerle esos momentos de felicidad obsequiándole algo tan simple como un suéter, te sentirás bien contigo mismo, y ayudarías a alguien.

Navidad y día de reyes no son sinónimo de "Despilfarra todo el aguinaldo en regalos súper caros para tus hijos".

Puedes hacer la diferencia con un simple gesto, agradezco a mis padres por el 6 de Enero que me dieron cada año, porque esa magia siempre llega en estas fechas, por más adulto que me haga, compraron los regalos con esfuerzo, y marcó huella.

Y este año me toca poner de mi parte, para darles un poco de esta magia que trae consigo estas fechas.

¡Con mucho amor!

Ozzy.

P.D. No les des un IPhone, regala libros a tus hijos, más baratos, más cultura.





Comentarios