La verdad de la mentira. |Ozzy|






Cierto día alguien afirmó: “Los seres humanos somos egoístas por naturaleza”, realmente no entiendo nada.
Es cada vez más difícil depositar un poco de confianza en terceros, uno siempre va a ser precavido, verá por su bienestar, aunque asegure confiar plenamente. La confianza puede percibirse en la mirada, en los gestos, en los cambios actitudinales del individuo, las mentiras se echan de cabeza a sí misma. Deben ser sutiles, adecuadas, perspicaces, acertar en el lugar y momento adecuado. 

El individuo debe controlar sus impulsos, apartar sus demás emociones y concentrarse en hacer creer los hechos a su conveniencia, si algo no se cumple, el mentiroso se delatará.
Mentir puede ser considerado un arte, quizá una disciplina. Un arte difícil de comprender y de expresar a la perfección. Una disciplina porque requiere de constancia y mucha práctica.
¿Cuántas tragedias nos hubiéramos ahorrado en un mundo sin mentiras? ¿De cuántos tragos amargos pudimos ahorrarnos no sólo como individuos, sino como sociedad?
Ni siquiera puedo imaginarlo. Las mentiras, los engaños, los juegos de palabras, las jugarretas. Todo en conjunto está en boca de todos y esparcido en sus pensamientos.}

Sería un error muy grave pensar en sólo casos particulares, podemos referirnos a comunidades enteras, naciones, cientos… quizá miles de individuos.
Un buen orador puede arrullar a las masas con las palabras correctas, atrayendo su atención imaginando un beneficio común en voz alta, demostrando seguridad, poder y determinación. 

¿Qué hacen los padres en las iglesias? ¿Qué escuchas en los anuncios? ¿Qué escuchas de tus seres queridos? Seguro más de uno ha sido atrapado in fraganti...
¿Qué sucedió en Jonestown? "Acabemos con esto ya. Acabemos con esta agonía".
¿Jim Jones habrá cumplido su promesa que hizo a aquellas personas? ¿Estarán en el campo de la dicha y la alegría, recordando aquel suceso como una victoria sobre los no creyentes? Disfrutando de tan codiciado paraíso terrenal, bebiendo cerveza y disfrutando de una deliciosa barbacoa y diversos alimentos generados espontáneamente directos de la mano de la suprema deidad.

¿Y qué me dices del caso O.J. Simpson?
Resulta muy interesante aquella red que nosotros como sociedad hemos construido, cada uno de nosotros ha entintado su brocha y arrojado estocadas irregulares a aquel mural que le llamamos “Historia”.
¿Cómo sabemos que lo que nos han narrado desde pequeños es cierto? Más bien, ¿Cuánto engaño está presente en los libros y documentos históricos?  Quién sabe.
Dudo mucho que si tomo una hoja de papel y la lleno de palabras y la guardo por 20 generaciones, será considerada una verdad absoluta. Pero conociéndonos, muchos se lo tragarían sin rechistar.
Una energía exógena invade a las personas, los hace actuar de forma anormal, pensamientos e ideas súbitas, manifestar pensamientos que contradicen lo ocurrido en el pasado. 

Aquel que domine el pungi hará que el mundo entero rote a su conveniencia.

La pluma es más poderosa que la espada, pero la pluma continúa siendo un arma. El engaño es un C4 que debe ser colocado en el lugar adecuado, con un amplio radio de impacto.
Y aquel individuo que sea exiliado del resto de la sociedad está directamente condenado al fracaso, un fracaso rotundo.
Mis respetos y condolencias a aquel que logre engañarse a sí mismo, que el grado de cobardía sea tal que tenga que inventarse una historia acerca de lo que fue, es y será el resto de su vida. Aquel capaz de modificar su persona por conseguir la permanencia en la zona de superioridad y confort, se habrá convertido en el cuentista más exitoso de todos los tiempos.

Así pues; escritores, oradores, farsantes, deidades, reunámonos en aquellos paraísos terrenales, que las masas están en busca de más historias. Sigamos tejiendo tan delicada y compleja red bordada por la cobardía inalienable de cada uno de nosotros.
Ojalá aún quede espacio en el octavo círculo, prepárense para ser azotados por los demonios por una eternidad.

Ni a dios ni al demonio les agradan las mentiras, ¡Oopsie doopsie!


-Osiris S.

 

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